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luna nueva en Piscis :: eclipse solar :: despedirse es de valientes

Mañana cruzamos el umbral de la Luna nueva en Piscis. Toda Luna nueva nos invita a un cierre y a una renovación.  Piscis es el último signo de la rueda del zodiaco. El paso del Sol por Piscis culmina el año solar iniciado en marzo. Esta es la época del año en que sentimos el peso de lo acumulado y necesitamos separar el grano de la paja para elegir y decidir qué energías queremos soltar y dejar a atrás, y cuáles queremos potenciar hacia delante en el nuevo ciclo que abre el mes que viene.

Este proceso de discriminar y soltar puede ser difícil y doloroso ya que en muchos casos se activan resistencias profundas al cambio, miedo al nuevo territorio y apegos a lo cómodo y familiar. El miedo que se activa en esta época del año es natural, hace parte de nuestra narrativa evolutiva, y también es necesario ya que nos permite conectar con la energía de la voluntad y la valentía, ambas virtudes de Aries, el primer signo de la Rueda del Año.

El pasaje entre Piscis y Aries es el Alpha y el Omega del ciclo evolutivo. Es un pasaje sagrado y ancestral de iniciación. Es el Uróboros, la serpiente que se come la cola, y nos habla de la naturaleza cíclica de la vida : de la muerte y del renacer. Esta Luna nueva en Piscis nos invita a honrar los finales, a culminar con honra y respeto lo que ha muerto, y a situarnos con valentía de cara a lo nuevo. Nos invita a abrazar este tiempo como una iniciación. Este es un momento sagrado.

Con la Luna nueva en Piscis revivimos memorias del inconsciente profundo vinculadas a nuestro nacimiento, a la impronta de los momentos previos a nuestra llegada a esta vida. Todos tenemos una huella-memoria que inconscientemente se activa en esta época del año. Todo pasaje entre Piscis y Aries nos devuelve a una narrativa arquetípica del temor a nacer.  Nos habla  del bienestar de las aguas oscuras del vientre de la Madre, de la conexión con el Gran Misterio, la Fuente. Nacer implica salir de este Sagrado Estado de protección para venir al mundo, para salir a la Luz. Nacer implica abrazar la renuncia necesaria para recibir lo nuevo.

Todo pasaje del Sol de Piscis a Aries nos invita a cortar el cordón umbilical. Cortar el cordón con la influencia del linaje, con la influencia arquetípica de la madre, con las creencias, heridas y condicionamientos trans-generacionales heredados. Nos invita a cortar con situaciones y vínculos del presente que hacen eco y espejo de estos vínculos primarios inconscientes. Este es un momento de toma de conciencia de lo que hemos de dejar atrás para entrar en la nueva vida.

Nuestro camino evolutivo en esta Tierra es uno de autonomía e independencia, de auto-responsabilidad y de crecimiento consciente y soberano. El destete sagrado -la capacidad de dar un paso libre hacia lo que venimos a ser, expresar y crear- es el eje de la narrativa que la Astrología Evolutiva nos ofrece. De ahí que la rueda evolutiva nos recuerda que cíclicamente hay un momento en el año para dar un salto, para independizarnos, para nacer. Este salto es fundamental para activar la espiral creciente de nuestra evolución. Cuando no damos este salto, cuando no hacemos el corte necesario, simplemente repetimos ciclo, repetimos lecciones, nos estancamos.

Entre la Luna nueva de mañana y la Luna nueva del 28 de marzo estamos dando este salto, caminamos este pasaje. Este año esta Luna nueva en Piscis nos invita a que cuidemos este proceso de cierre. Pide que nos detengamos y nos tomemos el tiempo para vivir estas semanas con conciencia y atención, ya que estamos en el umbral de una oportunidad de cambio muy especial. Hay momentos en nuestro proceso evolutivo -personal y colectivo-  que nos hablan de oportunidades de crecimiento creativo. Hay varias razones que nos indican que este es un momento que merece nuestra atención, conciencia y cuidado ya que lo que soltamos ahora tiene raíces antiguas y lo que quiere nacer tiene un potencial creativo hacia proyecciones futuras vitales.

Esta Luna nueva cierra el portal abierto con el eclipse lunar en Leo del pasado 11 de febrero. Además, el eclipse de mañana cierra el ciclo de aprendizaje abierto por la serie de eclipses en el eje de Piscis y Virgo. Los ejes nodales no volverán a estar en la polaridad Virgo Piscis hasta dentro de 17 años. Es importante tomar esto en cuenta, ya que al final de todo proceso de sanación, conciencia o liberación hay una intensificación de las lecciones aprendidas. Todo lo que emerge y se visibiliza en este momento nos ofrece información valiosa sobre el cambio que hemos de hacer.

Cambio que está en nuestras manos. Cambio que nace de nuestra intención y voluntad. Este cambio pide que decidamos, que elijamos la vida, el nacimiento, la creatividad y la libertad. Pide que cerremos puertas. Pide que cerremos lo que ya ha cumplido su tiempo para abrirnos a lo que quiere nacer y expresarse a través nuestro.

El primer eclipse en Piscis fue el 20 de marzo de 2015. Este es un buen momento para ver qué ha pasado en estos dos años, ¿ cuál ha sido el patrón que se ha revelado? ¿qué sanación hemos vivido? ¿de qué nos hemos liberado?

El eclipse de mañana en Piscis se da además en conjunción con Neptuno, lo cual intensifica su influencia ya que es su propio regente. Los eclipses despliegan sus intensidades y magnifican el contraste entre la luz y la sombra. Abren puertas entre mundos visibles e invisibles, entre el mundo material y mundos sutiles. No es de extrañar que estas pasadas semanas -en la que la Luna menguó hacia su oscuridad total- muchos sientan los efectos dramáticos de este último eclipse en Piscis. Como si una caja de pandora se abriera, los fantasmas del pasado han vuelto para que nos posicionemos, para que elijamos, y para que pongamos en acción y práctica las lecciones de los pasados dos años.

La sensación de desborde emocional, de agotamiento profundo, de sentir la sombra crecer y apoderarse de nuestra realidad, se ha presentado de muchas maneras. Poderosas fuerzas invisibles están actuando con el propósito de que nos demos cuenta de lo que ya no queremos, de lo que ya está, de lo que ya pasó, de lo que nos ha herido, envenenado, dañado. Son las voces del pasado que nos desafían a dar el paso hacia lo nuevo. Son las que nos ponen a prueba, las que activan nuestra voluntad, valentía y deseo. En este portal de alto contraste, ¿con qué nos hemos encontrado? ¿a qué o quién(es) nos estamos aferrando?

Las lecciones de este momento son muy claras: lo que sea que haya surgido, lo que sea que nos haya aatormentado, dominado, envenenado en el pasado, ya no tiene poder sobre nosotros. Somos libres. Lo podemos soltar. Es tiempo de cerrar la puerta a estas energías e influencias. Es tiempo de separarnos. Esta separación es una resonancia del corte del cordón umbilical que nos toca hacer en esta época de año.

A mayor la sombra, el dolor, el miedo y el malestar, mayor es la limpieza que este eclipse está haciendo para que tomemos una decisión y nos posicionemos. La energía de Neptuno añada una dosis de hipersensibilidad, de agrandamiento y exageración, de fantasía. La sensación de estar poseídos por energías internas emocionales y psíquicas, de no tener salida, de estar atrapados, de estar condenados a la repetición, puede haber activado nuestro miedo y nuestra falta de confianza. El desbordamiento de memorias transpersonales vinculadas al abuso, al sufrimiento y a la sensación de nos tener voluntad o libertad han revelado un nuevo nivel autorresponsabilidad y de elección.

Este es un momento en que todo se está moviendo, todo está cambiando. Los sentimientos y emociones reprimidos salen a la superficie para que los reconozcamos y sanemos. Queda poco oculto y ya no hay dónde esconder o disfrazar nuestros trucos y trampas, nuestros autoengaños. Hemos sobrevivido gracias a ellos pero en esta etapa del camino ya no nos sirven, nos limitan. Las máscaras se caen y quedamos a la intemperie, vulnerables y desnudos. Reconocemos que las viejas reglas del juego están obsoletas, sentimos la inseguridad ante lo nuevo, tal vez nuestra visión está cerrada, estamos confusos, cansados, agotados.

Esta Luna nos confirma que estamos en un capítulo final y que al elegir cerrar la puerta, al elegir poner un límite, al elegir decir que no, estamos aceptando renovar el propósito de nuestra alma. Esta es la decisión de este momento. Primero hay que cerrar para poder abrir. Primero hay que morir, para renacer. Renacer a un propósito actualizado que irá desplegando su visión y las acciones necesarias para encarnarlo.

Si nos sentimos confundido, sin visión y perdidos, si sentimos la semilla del deseo en nuestro interior, pero la vida nos doblega ante la incertidumbre, soledad, aislamiento, falta de energía y confianza, entonces esta Luna nos invita a mirar hacia adentro, en lo más profundo de nuestra alma, en las aguas de nuestro océano interno. Nos invita a rendirnos y a conectar con el misterio de la vida, nos invita a hacer preguntas : ¿qué no quiero ver de mi sombra? ¿a qué visión antigua de mi y de la vida me aferro? ¿a quién sirvo? ¿quién es dueño de mi energía, de mi tiempo y mi voluntad? ¿a qué, quién, le he entregado mi corazón? ¿a qué o quién le debo obediencia? ¿qué tiene autoridad y poder sobre mi? ¿cuánta exigencia hacia mi, hacia otras personas, me condenan al juicio, la crítica y la comparación? ¿he elegido ser feliz? ¿estoy adicto al sufrimiento, al dolor y al malestar? ¿me siento víctima? ¿he buscado ayuda?

El 5 de marzo, Venus -la guardiana de nuestra soberanía creativa, de nuestro deseo, de nuestra capacidad de relacionarnos con la vida, con la creación, con nuestra capacidad de generar satisfacción, abundancia y placer- empieza su marcha retrógrada en el signo de Aries. Este es uno de los tránsitos de fuego y renovación creativa que nos trae el 2017. Este fuego creativo está latiendo vivo en cada uno de nosotros e irá creciendo a lo largo del año.

Venus recupera su marcha directa en Aries el 15 de Abril. En este periodo de tiempo, el 25 de marzo, hará una conjunción con el Sol. Esta es la fecundación de Venus por el Sol que abre un nuevo ciclo de 18 meses en la que nuestra Reina del Cielo encarnará la energía de Aries. Esto nos habla de un nuevo deseo, chispa renovadora de un nuevo camino de creaciones. Nos habla de una renovación creativa : de un proceso de independencia y autonomía que nos da energía, foco, voluntad y fuerza para abrazar valientemente los nuevos caminos. Nuevos caminos vinculares. Nuevos caminos económicos. Nuevos caminos artísticos y expresivos. Esto es lo que se está moviendo en cada uno de nosotros.

Durante esta Luna nueva en Piscis, Marte hace una conjunción con Urano y con Eris en Aries. La chispa dinámica y creativa del guerrero y del rebelde sagrado está activa, viva, potente. Es un cambio de juego. Es un nuevo tiempo. Rompemos con las viejas estructuras que nos han dominado. Nos liberamos.

Aunque las aguas del pasado están removidas, también hay fuerza, hay luz, hay energía disponible para posicionarnos en un nuevo lugar. La energía de Aries inflama nuestro deseo de libertad e independencia y nos inspira a la acción. Hay un poderoso sentimiento de liberación que late en medio de la tormenta. La Cola del Dragón en Piscis sacude sus últimas lecciones, mostrándonos lo que nos pide una despedida.

Esta Luna nos invita a despedirnos de lo que ya no nos beneficia. El Nodo norte en Virgo hasta el mes de Mayo nos recuerda que la decisión de estar aquí, vivos y conscientes, implica una escucha cotidiana del cuerpo. Para despertar la fuerza de la creatividad que abre la visión hemos de encontrar tiempo y espacio para habitarnos, para sentirnos, para honrarnos. Si nuestro cuerpo, si nuestro tiempo y espacio, está contaminado, viciado, descuidado o abandonado, es inevitable que tengamos dificultad en habitarnos, en vibrar y estar vitales para sentirnos bien.

Esta Luna nueva en Piscis nos habla de energía tóxica, muerta, de venenos que contaminan nuestras aguas, que influyen en nuestros órganos, en nuestro ánimo, en nuestra expresión. Es una cadena. Los mensajes del alma hablan a través del cuerpo. Somos un cuerpo, espacio terrenal, y somos una conciencia y alma que lo habita. Vivir es habitarnos. Habitar nuestro cuerpo materia, ocupar nuestra casa espacio, implica ejercer la voluntad de desplazar aquello que lo contamina, intoxica y envenena. Intoxicar nuestro cuerpo es una negación de la vida.

La decisión a la que nos convoca esta Luna es a estar aquí, a querer nacer y vivir, a renovarnos. Estamos aquí, vivos y lo queremos expresar con alegría a través de nuestra relaciones y creaciones. Esta Luna nos invita a seguir corrigiéndonos, a seguir afinando nuestra relación con nuestra cotidianidad a través de pequeños cambios en nuestras prácticas diarias. La sencillez del cuido amoroso puede hacer milagros. Cuidar los nutrientes con los que alimentamos nuestro cuerpo, cuidar nuestra respiración, cuidar nuestro descanso, movernos en gozo y armonía, comprometernos a hacer tiempo para crear, para disfrutar, para compartir. Retirarnos cuando los sintamos, sin culpa, sin aceptar presiones externas. Estas pequeñas decisiones y acciones soberanas alimentan el gran fuego del espíritu que recibe el mensaje de que estamos aquí, con voluntad y presencia.

En su movimiento retrógrado Venus volverá a entrar en el signo de Piscis. Mientras el Sol, a partir del 20 de marzo, empieza su nuevo ciclo hacia adelante, Venus hacia atrás y de vuelta a las aguas primordiales de Piscis, nos habla de que todavía tenemos tiempo para cerrar puertas abiertas. A partir del mes de mayo, cuando Venus vuelva a entrar en Aries, y cuando el nodo Norte entre en el signo de Leo, estaremos en un territorio mucho más dinámico y activo. Nos estamos alineando con el Cosmos para ser partícipes de este cambio.

El poder de la luz del fuego atraviesa toda oscuridad. Este es el valor de los signos de fuego, este es el coraje que comparten Aries y Leo. Estamos invocando una energía guerrera capaz de cortar con todo lo falso y capaz de iluminar la oscuridad de nuestros miedos más profundos y antiguos.

En este momento, la Luna nueva en Piscis y el eclipse hacen la limpieza necesaria que precede este cambio. En este pasaje tomemos a nuestros miedos como aliados ya que son los que encienden el fuego de nuestro valor. Aunque para algunos la incertidumbre de no tener una visión clara puede ser abrumadora, la decisión hoy es la de elegir  ser valientes. Y despedirse es de valientes.

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12 respuestas a “luna nueva en Piscis :: eclipse solar :: despedirse es de valientes

  1. Yo nací en luna de piscis hace 20 años!,bueno es que empeze sentirme algo triste porque estoy en una relación que siempre saca lo peor de mi y ha sido una cruz que cargar durante este tiempo ,sali de esa relación ,solte miedos,inseguridades,enojos y aunque pues estoy embarazada y no me siento del todo mal por haber salido de ella,me identifique bastante con tu post,

  2. Gracias Paloma por el artículo. Me resulta muy enriquecedor, como siempre. Espero hacer buenos avances en este periodo y dejar atrás todo lo que ya no necesito. Es gratificante potenciar, renovar y enfocar la energía creativa así que espero el mes de marzo con los brazos abiertos.

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