:: luna nueva y eclipse total del Sol en Leo :: corazón de león ::

:: en primera persona :: Un abrazo a todas y todos. Hemos llegado al umbral del eclipse total en el signo de Leo. Este eclipse se da sobre la estrella fija Regulus, el Corazón del León. Siento hoy el llamado a compartir una dimensión del lenguaje astrológico a la que no suelo darle voz en los textos de Luna de Abril. La astrología mundana es una rama del arte de las estrellas orientada a estudiar los movimientos colectivos, políticos y sociales que se van desenvolviendo con los tránsitos planetarios. El lenguaje astrológico es arquetípico y así como es adentro es afuera. Las narrativas que ocurren en el tejido colectivo no solo nos afectan sino que son espejo de lo que también nos habita.

El arquetipo de Leo es el Rey, la Reina. Está vinculado al poder y al liderazgo. Un eclipse solar en Leo trae a la superficie la sombra de este signo. La sombra de Leo es la tiranía. Un dictador es la expresión arquetípica de la sombra de Leo.

Leo también está vinculado al linaje, especialmente al legado que dejamos a las futuras generaciones. Las decisiones de un buen líder toman en cuenta el cuido y la continuidad de los recursos y la memoria para las futuras generaciones. Leo cuida de los niños y las niñas, cuida la herencia.

Este eclipse del Sol será visible en su totalidad en los Estados Unidos de América. El presidente de los Estados Unidos nació el día de un eclipse y este eclipse Solar en Leo actúa directamente sobre su ascendente. Los que no vivimos en Estados Unidos podemos sentirnos desconectados de las narrativas que emergen en estos tiempos, en esas tierras, en ese pueblo. También nos podemos sentir desconectados de lo que pasa en Sudán, Serbia, Venezuela, o en los mares que diariamente acogen las barcas de hombres y mujeres migrantes que buscan refugio, que se mueven hacia la vida huyendo del dolor y la muerte.

Si vivimos el lujo y el privilegio de no tener la guerra, la violencia, el racismo, la injusticia en la puerta de nuestra casa, es probable que estemos orientando nuestra vida hacia nuestros deseos personales. Es válido, porque para eso es el privilegio de vivir cómodos una paz y seguridad relativa. Y es válido potenciar nuestra calidad de vida en crear bienestar y gozo para nuestra vida. Sin embargo, este es un buen momento para honrar y recordar que las generaciones que nos precedieron pasaron por el fuego de la guerra para asegurar un futuro de derecho y libertades que ahora, los que podemos, lo disfrutemos. Este bienestar no nos pertenece. Este privilegio que nos acoge y que nos permite soñar y gozar la plenitud de nuestra identidad y evolución no es un derecho personal. Es un patrimonio de la humanidad. Nuestro bienestar es de todos, así como el dolor del mundo es de todos.

Desde lo más profundo de mi corazón reconozco el valor de no querer alimentar una cultura de miedo, de no dar poder a lo que llamamos las ficciones de una mátrix que nos quiere esclavos su manipulación y poder. Reconozco el valor de revindicar nuestras burbujas de bienestar y desde ahí emanar meditaciones, rezos e intenciones de paz para el mundo, para la humanidad. Pero también y desde lo más profundo de mi corazón, escucho la voz de mis ancestros y ancestras. Escucho una petición de atención, un cuido a la continuidad de lo vivido y una honra hacia los que han dado su vida para que podamos disfrutarla hoy. Escucho una petición de memoria y honra. Escucho una voz que dice, “no nos olviden”.

Mis tíos maternos fueron soldados en la guerra contra Alemania. Cuando Francia se entregó, fueron arrestados y estuvieron presos en campos de concentración para soldados no judíos. Ambos escaparon y se unieron a la resistencia. La esposa de mi tío era judía. Logró no ir a los campos de concentración, pero sus hermanas sí. Recuerdo ver los números tatuados en la piel de estas dos mujeres que sobrevivieron el horror de ese tiempo. Una de ellas lo primero que hizo cuando fue liberada fue embarazarse, como un grito de vida, anclando el poder que le quedaba en su útero. Muchas mujeres hicieron lo mismo, y hay una generación de niños que nacieron con padres desconocidos, dando voz a esta subversión del horror, sembrando la vida ahí donde lo letal quiso conquistar y arrasar.

Y lo recuerdo porque pertenezco a una generación puente. Una generación que no está desconectada del hilo biográfico de la humanidad, que reconoce y recuerda lo que pasó hace 80, 100 años, aunque no hubiese nacido. Lo recuerdo porque los que me rodearon lo recordaban. Y agradezco profundamente su legado.

Andrew Harvey en su libro The Hope, nos habla de la noche oscura del alma de la humanidad como el camino de la esperanza. Portavoz del Activismo Sagrado, este místico nos habla de lo imperativo que es reconocer el poder de la sombra y que no puede haber una verdadera transformación planetaria hacia la paz sin que, tanto a nivel personal, en nuestras relaciones, en nuestros círculos, no hagamos un trabajo de madurez con la sombra. Esto implica trabajo, coraje, honestidad, valentía, humildad, generosidad, y un gran amor a la vida y su composta, la muerte y la pérdida.

No podemos hacer un trabajo con la sombra personal y colectiva si no reconocemos que el olvido es la voz del trauma, lo oculto, lo que no queremos ver o recodar porque duele. Y este es un estado perfecto para la anestesia, el querer estar dormidos, distraídos mientras hermanos y hermanas están ahora en primera línea sosteniendo el dolor y la sombra del mundo.

La cautela en este tiempo es a no escapar, a no disociarnos del dolor del mundo. El llamado es a usar los recursos de tiempo y energía que tenemos, a usar el privilegio y la libertad que disfrutamos, para contribuir a un camino de autenticidad y honestidad que solo se puede dar si hemos hecho un trabajo con nuestro dolor y con nuestra sombra.

El gozo profundo emerge de la raíz antigua, nutrida por la composta que genera nuestra conciencia. Si estamos usando nuestro privilegio y bienestar para fortalecer la burbuja que nos separa del mundo es probable que este eclipse haya sacudido nuestro árbol. Entonces la solidaridad también se expresa a través de la compasión hacia el dolor ajeno, sin juzgarlo no etiquetarlo como “energía densa”, “vibración baja”. Lo que necesitamos son cauces creativos para llevar este dolor a buen puerto, a través de un proceso de acompañamiento y transformación, no de negación. Este servicio de corazón es el que podemos hacer desde la luz, como un rezo hecho acción, una meditación hecha de tierra.

Los acontecimientos que ocurran en Estados Unidos tienen repercusión en todos nosotros ya que es una nación líder. Líder con un pasado no digerido, no reconocido, que ahora probablemente se empieza a enfrentar a su propia sombra. En el 2018 esta nación vivirá su retorno de Plutón, un evento astrológico que ocurre cada 150 años. Está escrito en la estrellas que un encuentro con los esqueletos del armario está en juego, por consecuencia para todos los que se relacionan e intercambian energía y recursos con esta nación.

He sentido resistencias en compartir hoy estas palabras, como si una voz de censura me pidiera ocultarlas. Elijo abrazar la vulnerabilidad de hablar desde este lugar y compartir mi sentir. Lo hago por mi linaje, por cada una de las personas que no tienen el privilegio de tener una voz, de expresar su fuego en libertad. Lo hago por los niños y niñas que valientemente nos recuerdan el propósito de la vida. Lo hago porque el pasado me lo pide.

 Un abrazo infinito y buen eclipse.

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Mañana cruzamos el umbral de la Luna nueva y eclipse solar total en el signo de Leo. Esta lunación ocurre en el grado 29 de Leo, justo en el umbral hacia el signo de Virgo. Se da sobre la estrella fija Regulus, el Corazón de León.

En este texto desglosamos algunas fechas a tomar en cuenta para ubicarnos y para sacar el mejor partido de este tiempo de eclipses. Para quienes no manejen el lenguaje astrológico esta narrativa puede sonar técnica y compleja, sin embargo es vital para que podamos integrar la relevancia sincrónica y temporal de este momento evolutivo. Es vital para integrar la totalidad del sistema que acoge este eclipse. No es un evento aislado. Es el centro de una narrativa y es parte de una continuidad.

El movimiento de los planetas revelan un orden. Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera, el camino de la totalidad se da a través de una conciencia íntima personal interconectada con el cosmos, la tierra, nuestro cuerpo, nuestras relaciones y creaciones. Lo que ofrendamos al mundo a través de nuestra expresión personal participa sincrónicamente en el tejido cósmico. Nada está aislado de esta totalidad.

El lenguaje astrológico nos revela la conexión entre el ecosistema solar y nuestro ecosistema biológico y psíquico. La sincronía entre ambos se revela a través de las energías arquetípicas que se interrelacionan entre sí, y dentro de nosotros. Atravesando el corazón de esta verticalidad entre Cielo y Cierra, está lo transversal, lo que vivimos en la horizontalidad de nuestra relaciones, círculos, comunidades y donde se expresa la interconexión entre lo personal y colectivo.

No somos sujetos pasivos del destino, no estamos a merced de las fuerzas planetarias, no somos marionetas de los dioses, en la medida en que estemos dispuestos a ponernos en el centro (corazón) de nuestro ecosistema y hacernos responsables de cómo se mueven y expresan las fuerzas arquetípicas en nuestra vida y a través nuestro. Este centramiento nos habla de Soberanía Creativa, al cultivo de una identidad individuada que participa consciente y creativamente en esta interrelación.

El eclipse de mañana en Leo nos habla de una interrupción del orden. Irrumpe para visibilizar patrones que bloquen nuestra conexión con nuestro Corazón, nuestro Sol, nuestra Estrella. La Luna y sus memorias nos devuelve a tiempos pasados que vienen hoy a ser liberados para llegar más profundo en la esencia de quienes somos, cuál es nuestro propósito, qué luz traemos al mundo, cómo podemos servir y qué venimos a ofrendar para este tiempo.

La Luna nueva y eclipse Solar en Leo de mañana nos ofrece un eje de re-calibración de nuestra narrativa personal y colectiva que irá desenvolviéndose en los próximos seis meses como mínimo. Los efectos de los eclipses pueden multiplicarse en el tiempo e influenciar años y décadas.

El 22 de agosto de 1998 hubo un eclipse solar en el mismo grado que el eclipse de mañana. Con Mercurio retrógrado es un buen momento para ira hacia atrás y observar qué narrativas estaban en juego en nuestra vida en ese momento. El mismo sector de nuestro ecosistema astrológico está activo hoy. Tal vez la llave para abrir la puerta hoy está en ir a buscarla en ese momento en el pasado.

Si bien toda Luna nueva nos habla de un nuevo comienzo, esta Luna nueva y eclipse en Leo, tiene un sabor a final, a cierre. Este eclipse se da con siete planetas en movimiento retrógrado. Mercurio es el mensajero de los dioses y de alguna manera se hace portavoz de las narrativas de los demás planetas. Estamos cerrando capítulos. Estamos en transición hacia una nueva realidad. Los escenarios del pasado, tanto a nivel colectivo como a nivel personal, se presentan hoy para que los habitemos. La semilla de esta Luna nueva irá revelando sus frutos a medida que los planetas vayan recuperando su marcha directa.

Mercurio retrógrado desordena aquello que no está alineado con los potenciales actualizados de nuestra alma. Es un desorden fértil que desmonta las estructuras mentales, las narrativas, con las que nos hemos definido hasta ahora, para abrir tiempo y espacio para un nuevo orden. Un reordenamiento que permite alinear el propósito de nuestra alma con el alma del mundo.

Los detonantes que irrumpen y alteran nuestro orden, nuestro ecosistema, vienen a mostrarnos lo que no funciona, lo que ha cumplido su tiempo. Esta interrupción emerge para crear algo nuevo y más saludable, más coherente y, en términos de Virgo, más eficiente.

El recorrido de este pasaje evolutivo se desglosa en las siguientes fechas y etapas. No son momentos fijos en el tiempo, sino puertas que se abren, invitaciones a transitarlas. Nosotros elegimos, a nuestro tiempo, a nuestro ritmo, si acudimos al llamado, si cruzamos el umbral.

Esta guía es útil (virgo) para acompañar a los planetas- dioses : para danzar y co-crear con ellos. Son útiles para recodar, para recapitular, para estar atentos, para escuchar, para observar, sentir, integrar. No son como un tren al cual si no nos subimos perdimos la oportunidad. Podemos volver hacia atrás e ir hacia delante en una danza consciente de que es en el presente que podemos elegir nuestras narrativas y reescribir el guión. El guión de nuestra Estrella Solar, el guión de nuestro Corazón de León.

:: 23 de julio :: primera Luna nueva en Leo :: se abre la puerta a este periodo de eclipses::

Este es un buen momento para recapitular que intenciones y deseos nos movían e nos inspiraron en ese tiempo y qué cambios o ajustes se han revelado necesarios en las pasadas semanas.

Esta Luna trajo la memoria de un fuego ancestral interno conectado con el fuego de nuestro ancestros y nuestro linaje. En esta Luna una arquitectura original de nuestro ser se visibilizó. Tal vez en su momento no la supimos reconocer. Hoy es probable que ese deseo se revele con más claridad. Este deseo es la voz de nuestro fuego, es la fuerza de nuestra luz, es la memoria de nuestro linaje que nos apoya y da fuerza en nuestro Ser y Estar en esta Vida, en esta Tierra, en este Tiempo. En esta pasada Luna nueva en Leo conectamos con una voluntad evolutiva que abre las puertas al Sol en nuestro interior, un deseo de crecer, expresarnos, crear.

:: 24 de julio :: Mercurio en el grado 29 de Leo empieza el periodo de sombra de su movimiento retrógrado ::

Justo después de la Luna nueva en Leo, Mercurio entró en su periodo de sombra, es decir que comenzó a recorrer en su marcha directa los grados que volverá a recorrer en su retrogradación. Unido a la narrativa de la Luna nueva en Leo, Mercurio estuvo en el mismo grado de la Luna nueva en Leo de Mañana. En esta puerta pudimos conectar con algún tipo de revelación, evento, situación que detonó una herida vinculada a nuestra valorización y nuestro servicio. Algo o alguien detonó una escena familiar vinculada a una memoria de desmerecimiento. La oportunidad de transitar este espacio conocido desde una coordenada diferente nos ofreció la posibilidad de otra respuesta.

En este periodo las situaciones que enfrentamos están influenciadas por los temas de Virgo y de Leo. Mercurio retrógrado nos lleva a las capas profundas de nuestra psiquis. Es probable que las revelaciones de este periodo nos hable de la visibilización de un patrón de desvalorización y desamor que se ha expresado a través de una entrega sacrificada de nuestro tiempo y energía con el fin de compensar nuestra falta de reconocimiento. Esta carencia ha creado una dinámica que hasta ahora nos dominaba y detonaba respuestas desde el trauma, desde la herida. Esta narrativa ha tenido como escenario nuestra relación con la tribu y los círculos en los que servimos.

Para muchos esta narrativa revivió las memorias de un sentimiento de traición, de abandono, de invisibilidad. También se han revelado nuestras estrategias de adaptación y sobrevivencia, los mecanismos con los que nos protegemos del peligro, del dolor del juicio o del descuido de los que amamos. También podemos haber experimentado un enfriamiento, una desconexión y la oportunidad de dar calor, amor a esta memoria y cambiar el curso de la narrativa.

Otra voz de este tránsito nos invita a darnos cuenta de cómo en el pasado (nos) hemos causado dolor. Podemos reconocer nuestras respuestas desde el trauma y ver cómo responderíamos hoy. Al reconocer el abismo que hay entre la respuesta de ayer y la de hoy se pueden despertar sentimientos de culpa, vergüenza, remordimiento. Tal vez nos damos cuenta que hemos violado leyes de comunión, que hemos traspasado los límites sagrados de alguien, que no hemos sabido respetar (nos). Poco importa si es hacia fuera o hacia adentro el valor de este momento reside en corregirnos.

Con el corazón abierto podemos abrazar nuestro errores reconociéndolos como aliados en el camino hacia la totalidad. Podemos comprometernos a cambiar el patrón, a estar atentos a la próxima vuelta y no repetir. Ahí está el potencial creativo de nuestro corazón. En el deseo de poner calor donde hubo frio, apertura donde estaba cerrado, compasión donde había rencor o remordimiento.

Para muchos este ha sido un periodo de liberación de memorias, de cerrar puertas, de movernos en un nuevo territorio, más gozoso, más luminoso, más transparente y mucho más auténtico en nuestra expresión íntima. Una expresión que nos convoca a la valentía de presentarnos, de mostrarnos, de dar voz al fuego de nuestra estrella.

Este movimiento se puede haber dado a través de un proceso de recuperación de la salud y de la vitalidad. El fuego de nuestro deseo creativo, alineado con la voluntad de nuestra alma, ha regenerado nuestros espacios vitales. Nuestra casa, nuestro cuerpo, nuestras relaciones han recibido esta apertura. Hemos aceptado la invitación a valientemente cerrar las puertas a un sentimiento de desmerecimiento y desvalorización que hasta ahora había bloqueado la fluidez de nuestro movimiento vital, auténtico. Hemos abierto las puertas a la luz y a su danza en nuestro interior, a su expresión hacia el exterior.

:: el 26 de Agosto :: Mercurio hace una conjunción con el Sol en Virgo :: este es el punto medio de la retrogradación de Mercurio ::

Este es un momento para estar atentos. El tránsito de Mercurio llega a un clímax. Lo que se ha desordenado, desestructurado, lo que se ha revelado desde el caos y el inconsciente alcanza un punto de claridad y conciencia. Este es un momento en que los nuevos potenciales se revelan. La luz emerge de lo oculto. Es un buen tiempo para estar atentos a resoluciones de conflictos antiguos, para aclarar malentendidos y confusiones. Los velos abren paso a la claridad y la visión nos pide acciones y decisiones concretas.

El 25 de agosto, un día antes de la conjunción de Mercurio y el Sol, Saturno recupera su marcha directa en Sagitario. Este movimiento abre la puerta al movimiento de Saturno en Capricornio, el 21 de diciembre. Esta fase final de Saturno en Sagitario nos habla de un momento de cohesión importante vinculado a nuestra confianza en la vida. La fase final de un movimiento retrógrado, especialmente si es Saturno, habla de un proceso de integración y maduración de las lecciones de este arquetipo. Muchos sentiremos cómo las lecciones de los pasados dos años y medio se concretizan en una visión de futuro más madura, realista. Un sentimiento de libertad y confianza anclada en lo práctico se expresa a través de un nuevo código de límites que encauzan la energía de una manera más estructurada. Hemos perdido la ingenuidad para dar paso al discernimiento sagrado. Los límites son nuestros aliados en la materialización de una visión que soñamos duradera y sólida.

:: el 5 de septiembre Mercurio recupera su marcha directa en Leo y el 19 de Septiembre sale de su periodo de sombra ::

Entre estas dos fechas se presenta un proceso de integración y de materialización de los cambios gestados en las pasadas semanas. Un nuevo ecosistema personal se revela a través de decisiones concretas enfocadas a dar luz y forma a nuestra visión. Después del desorden emerge un nuevo orden. Nuevas formas y potenciales, actualizados, se van revelando y nos invita a enfocarnos en nuestro servicio, nuestra entrega al mundo, la familia, el círculo, la tribu. Por un lado es un tiempo de ordenamiento eficiente con la atención puesta en el detalle, lo práctico y cotidiano y por otro un cuido del fuego y la pasión que nutren nuestra visión.

Virgo nos habla de nuestro ecosistema energético, de nuestra ecología personal y cómo ésta se integra con la ecología colectiva. Cuando hablamos de ecosistema, hablamos de la interrelación de nuestras partes, de nuestras voces, de nuestras energías arquetípicas, de nuestros tiempos, de nuestros cuerpos energéticos.

Desde Virgo esta interrelación se da desde nuestro cuerpo físico, avatar de la transformación. Virgo siempre nos va a habla de la relación entre la salud y la integridad. Es un signo holístico y su propósito es garantizar la eficiencia (limpieza, integridad, pureza) de nuestro sistema. Virgo necesita que podamos reconocer lo que nos envenena, que podamos tomar aquello que nos nutre y evacuar lo que nos intoxica. Es probable que este tiempo entre eclipses haya revelado fallos o rupturas en nuestro ecosistema y que estemos recalibrando nuestra energía para poder sustentar las tareas que se presentan.

El orden al cual Virgo nos convoca nos habla de un recorrido interno necesario para reconfigurar y actualizar nuestras respuestas y nuestra participación en el tejido colectivo. Mercurio retrógrado en Virgo hacia Leo nos habla de una reflexión para encontrar un lugar interno de autenticidad profunda. El mensajero de los dioses está haciendo un viaje hacia el Corazón del León para encontrar la chispa de un sentimiento de autenticidad y pertenencia íntima y propia, de valentía y confianza, para desde ahí servir y entregar al mundo su luz y su brillo.

La suma de los eclipses y la retrogradación de Mercurio nos habla de una narrativa en la que estamos recalibrando no solo nuestro potencial futuro personal sino el de toda la humanidad. Esta travesía implica una pausa, una retirada, un detenernos para que este viaje hacia el interior del corazón de nuestra expresión auténtica se de y se complete. A eso nos invita el eclipse de mañana. A aceptar y acompañar esta interrupción que está reconfigurando nuestro ecosistema para que nuestra luz brille con fuerza y fecunde al mundo en servicio y gozo.

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