Marte en el límite. Marte en el umbral. Mercurio retrógrado en conjunción con Vesta hace su recorrido, agua profunda, en Cáncer.
A Marte le quedan unas horas en el signo de Piscis. Pronto cruzará el grado cero de Aries y hará una cuadratura con el grado cero de Cáncer, grado en el que tuvimos el eclipse solar anular el pasado 21 de junio.
La luna crece hacia una luna llena y eclipse lunar en Capricornio el 5 de julio. El tiempo entre eclipse pide mucha atención de los patrones que queremos crear, de lo que nutrimos con nuestra mente, en el día a día.
Mercurio retrógrado en Cáncer nos invita a recapitular nuestros pasos, a sumergirnos un rato en las rutas alternas de nuestra mente. Recorridos que conectan mente y emoción, memorias -propias o del linaje- que resurgen de nuestro mar interno.
¿para qué vuelven, nos preguntamos? ¿son fantasmas?
No son fantasmas, y lo son. Son las partes muertas (olvidadas) de nuestra alma que retornan al fuego de nuestra consciencia, al agua de nuestro amor, aquí, hoy.
El nivel de violencia y confusión al cual estamos siendo sometidos es brutal. No lo disfracemos. Esta es la nueva realidad. La de la crueldad naturalizada y disfrazada de cuido.
Hasta que no desarmemos al padre oscuro y a la madre oscura que nos habita, no podremos tomar las riendas de nuestro deseo, creatividad, destino, personal y colectivo.
Las estructuras que han sostenido nuestros afectos están intervenidas por modelos totalitarios de poder y sumisión (nombrado patriarcado). Lo que vivimos ahora es el aumento en intensidad de una dinámica que nos formó. La tenemos en el cuerpo.
La retrogradación de Mercurio nos lleva por paisajes áridos del pasado, -o por los tsunamis emocionales de nuestra niña interior, de nuestro niño-, para poner palabras y voz a lo que nunca fue nombrado.
La recapitulación de Mercurio nos lleva también a conectar con nuestras aguas, nuestros fluidos, nuestros tejidos y órganos. Nos invita a acercar la escucha al cuerpo, a interrogar el síntoma.
Solo podemos hablar de soberanía -personal y colectiva- en la medida en que desestructuremos al padre y a la madre tal como la sociedad lo ha construido. Solo podemos encarnar el poder (devocional) del amor hacia en Gran Padre y la Gran Madre, en la medida que reconozcamos la oscuridad del sistema que habitamos y nos habita. Es lo que llamamos sanación.
Esta sanación nos lleva a discernir nuestra vida como una en que no hemos consentido a lo que se nos ha hecho, o dejado de hacer. Este es un despertar que nos lleva a la desobediencia profunda, madura.
La recapitulación de Mercurio también nos acompaña en el proceso de reconocer los nuevos límites emocionales necesarios para sostener nuestra narrativa. No la de papá. No la de mamá. No la del sistema. La nuestra. Esta es la verdadera iniciación al deseo y la autonomía. Solo desde ahí nuestro amor incondicional puede brotar de nosotros en total entrega hacia el cuido del alma del mundo.
El deseo y la autonomía, son pilares de la madurez, de la expresión creativa, de una sexualidad y erotismo soberano. Todo esto hace parte del cuido de nuestra energía. Nuestro cuido y el de la tierra es una misma cosa.
Nos sanamos para rescatar las narrativas orgánicas, las biodinámicas afectivas que sostienen nuestra integridad energética. Narrativas que nos sanan de la violencia y rigidez heredada, que nos sanan de aquello a lo cual no hemos consentido
Eso que no hemos consentido lo podemos llamar educación adoctrinante, vacunas, maltrato, abuso físico, emocional o sexual, por nombrar solo algunos de los contratos que pueden estar bajo revisón con el tránsito de Mercurio y los eclipses.
Sanar estas estructuras dentro nuestro es un paso vital para sostener un nuevo paradigma, una respuesta creativa a la narrativa que heredamos.
Todos somos responsables. No podemos acusar a nadie.
Son muchas las pérdidas en estos tiempos de tortura social (no exagero con el término). Una de la más dura es la pérdida de nuestra inocencia frente a la gran perversión que vivimos. Es una tristeza insidiosa que toca mirar de frente desde ahora.
Sin embargo el poder (del amor a la vida) en su esencia más pura nos invita a ir más lejos. A traspasar esta oscuridad con los ojos del alma bien abiertos, al pulso de nuestro corazón en nuestra propia coherencia y resonancia con la tierra. En la oscuridad y con nuestro discernimiento abriendo el camino con valentía y confianza. Porque la inocencia del alma planetaria está viva en la medida que la cuidemos y defendamos.
Marte en Aries empieza su ciclo de seis meses en este signo. Nos toca alinearnos con la ferocidad del cuido a la infancia (la inocencia planetaria) como manera de canalizar nuestra ira sagrada (despertar de la dignidad).
Mercurio mensajero del la conciencia solra nos invita a alinearnos con la profunda sabiduría de Nuestra Gran Madre Tierra a través del Espíritu del Agua. Para junto a su poder de cura nos ayude y acompañe a recordar quienes somos. Solo así lo podemos cuidar.
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Te invito a que te unas al llamado de la Cura de Agua – (verás el texto en el menú a la derecha arriba) – como una manera de acompañar tu camino devocional, y de sanación al servicio de la vida.
Especialmente si eres activista, si estás en primera línea de servicio, en ferocidad y cuido, te invito a que cuides con amor tu práctica devocional, tu rezo al agua.
Ella es maestra. Ella es curandera. Sin ella nuestro guerrero y nuestra guerrera se quema en la guerra.
Nuestra ferocidad solo puede nutrirse de lo sutil.
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Paloma , no encuentro lo del agua.
Me gustaría mucho participar .
Gracias siempre.
Mi conciencia individual y circunstancias vitales han vibrado con cada una de tus palabras. Muchas gracias por nombrar cada concepto con tanta claridad y ayudar a poner orden, rumbo y sentido; y sobretodo a recordarnos la fuerza interna curativa que reside en cada una de nosotras.
Gracias por tu trabajo Paloma,
Mar
Gracias me encanta haberme encontrado contigo, de sentir que la sanación para ti también es política. acompañando siendo acompañada en estos confinamientos. Un abrazo de amor fuerza y rebeldía!
Gracias por tus palabras. Sabias y cálidas como siempre.
Muchas gracias, Paloma!! «Canalizar nuestra ira sagrada» Devoción, cuido y sanación de nosotros y la Tierra, beber el Agua de la Vida.
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Muy interesante el tema como y que oraciones son